Me pareció divertido...¿Qué más puedo decir?
Barney Nieto
Sunday, June 10, 2012
Slim Tours
Cuando se supo que Carlos Slim inauguraría el museo Soumaya, comenzaron los rumores sobre el edificio más chic que nuestra ciudad hubiera visto. Un diseño arquitectónico en el "corazón" de Polanco (que es más bien la colonia Granada, que, a pesar de que está al lado, su terreno es mucho más barato). Un museo que no tendría nada que envidiarle al Guggenheim que se está construyendo en Guadalajara ni a ningún otro. Una luminaria más.
Fue entonces, con genuina emoción y curiosidad, que visité el enorme consorcio, teniendo problemas para encontrar, entre muchos coches y secciones en construcción, una entrada peatonal para el imponente panal metálico. Para mi profunda decepción, el enorme edificio, que había recibido toda clase de publicidad exhibía, con orgullo, las colecciones de esculturas extranjeras de Slim y el arte mexicano era una sección curada con pésimo o nulo criterio que, desgraciadamente, era la muestra que recibían los turistas extranjeros del arte nacional. Reforzando el concepto malinchista del mexicano.
Me llené de una indignación tal, que ahora que se nos presentço la oportunidad, decidí hablar un poco del tema.
https://vimeo.com/43188107
Fue entonces, con genuina emoción y curiosidad, que visité el enorme consorcio, teniendo problemas para encontrar, entre muchos coches y secciones en construcción, una entrada peatonal para el imponente panal metálico. Para mi profunda decepción, el enorme edificio, que había recibido toda clase de publicidad exhibía, con orgullo, las colecciones de esculturas extranjeras de Slim y el arte mexicano era una sección curada con pésimo o nulo criterio que, desgraciadamente, era la muestra que recibían los turistas extranjeros del arte nacional. Reforzando el concepto malinchista del mexicano.
Me llené de una indignación tal, que ahora que se nos presentço la oportunidad, decidí hablar un poco del tema.
https://vimeo.com/43188107
Magritte y el tampón
Uno: La fotografía
Escogí esta fotografía sin título de Kerstin Zupan. Ella es una fotógrafa poco conocida, su cuerpo de trabajo no es de mi interés, así que no ella no es muy reprsentativa de los fotógrafos que admiro. Sin embargo, esta fotografía sí lo es. Tratándola primero como imagen, se trata de una que salta a la vista de inmediato; sus puntos de luz focalizados, con alto contraste, sus tonos rojizos saturados y las líneas diagonales que convergen en un punto medio superior son signos que por sí solos serían llamativos, al combinarlos, demandan atención. Eso es lo de menos. A mi lo que me continúa atrayendo a esta imagen es lo que se puede entender con las siguientes lecturas.
Bueno, es obvio, el hilo del tampón que asoma de entre las nalgas. Se trata de una mujer. Y adelante hay otra figura humana también de espaldas. La situación es un misterio total, se puede leer de una infinidad de formas. La sensación que me transmite es de suspenso, como si de una película de hitchcock se tratara. Sabemos que hay una víctima ante nosotros. Sin embargo, no está claro cuál es la amenaza, si la persona que se nos presenta en primerísimo plano o la sangre contenida por el tampón. Me parece muy chistoso que toda la tensión dramática se cree a partir del tampón; de lo que le espera a la persona que está desnuda de espaldas por parte de “el tampón”, la sangre. No sé, creo que ahí tiene una carga feminista fuerte...pero no me gustaría verlo por ese lado. Lo sorprendente es que a pesar de lo absurdo del motivo, logra ser inquietante. Y es que ese hilo es un sutil recordatorio de la presencia física que podría desencadenarse. Incluso me puedo imaginar una foto secuencia...al estilo de el trailer de El Resplandor. De entrada no lo pensé así, pero ahora, tras un rato de mirarla, me doy cuenta de que esta fotografía me recuerda a muchas cosas, es que es muy cinematográfica. Por ejemplo, me da la sensación de que podría ser el poster de la película del tampón asesino, en un símil a Rubber, la llanta asesina. Me recuerda también a un video de Radiohead, el de Karma Police, en el que un coche persigue a un gordo por la carretera en la noche, sin explicar nunca porqué.
Formalmente también, creo que es especial; la forma en la que la luz se transparenta a través de las piernas es muy matizada. Sobre el perseguido se aprecia una amplia variedad de tonos e iluminaciones; parece una bandera. Lo más notorio formalmente sobre esta imagen es la incisiva flecha que apunta directamente hacia el útero. No sé hasta qué punto la autora estaba consciente de esto al tomar la fotografía pero creo que está muy bien logrado y aporta a la imagen un montón de interesantes lecturas.
Otro aspecto fundamental sobre lo que se siente al ver esta fotografía es el morbo. Y es que resulta difícil escapar de él. De entrada, se nos coloca en una posición vouyerista: viendo a una mujer desnuda, de espaldas, en la noche en un camino de tierra. Todo esto ha sido observado desde un arquetipo visual de cueva, de refugio. La incomodidad se da cuando vemos que el aparente refugio es un lugar extraño, nos han engañado. Nos han convertido en vouyeristas sin lugar a escapatoria.
Este juego con el lector me parece muy interesante, no obstante, no creo que la fotógrafa haya sido consciente de ello ya que no se ve reflejado este enfoque en el resto de su trabajo.
Escogí esta fotografía sin título de Kerstin Zupan. Ella es una fotógrafa poco conocida, su cuerpo de trabajo no es de mi interés, así que no ella no es muy reprsentativa de los fotógrafos que admiro. Sin embargo, esta fotografía sí lo es. Tratándola primero como imagen, se trata de una que salta a la vista de inmediato; sus puntos de luz focalizados, con alto contraste, sus tonos rojizos saturados y las líneas diagonales que convergen en un punto medio superior son signos que por sí solos serían llamativos, al combinarlos, demandan atención. Eso es lo de menos. A mi lo que me continúa atrayendo a esta imagen es lo que se puede entender con las siguientes lecturas.
Bueno, es obvio, el hilo del tampón que asoma de entre las nalgas. Se trata de una mujer. Y adelante hay otra figura humana también de espaldas. La situación es un misterio total, se puede leer de una infinidad de formas. La sensación que me transmite es de suspenso, como si de una película de hitchcock se tratara. Sabemos que hay una víctima ante nosotros. Sin embargo, no está claro cuál es la amenaza, si la persona que se nos presenta en primerísimo plano o la sangre contenida por el tampón. Me parece muy chistoso que toda la tensión dramática se cree a partir del tampón; de lo que le espera a la persona que está desnuda de espaldas por parte de “el tampón”, la sangre. No sé, creo que ahí tiene una carga feminista fuerte...pero no me gustaría verlo por ese lado. Lo sorprendente es que a pesar de lo absurdo del motivo, logra ser inquietante. Y es que ese hilo es un sutil recordatorio de la presencia física que podría desencadenarse. Incluso me puedo imaginar una foto secuencia...al estilo de el trailer de El Resplandor. De entrada no lo pensé así, pero ahora, tras un rato de mirarla, me doy cuenta de que esta fotografía me recuerda a muchas cosas, es que es muy cinematográfica. Por ejemplo, me da la sensación de que podría ser el poster de la película del tampón asesino, en un símil a Rubber, la llanta asesina. Me recuerda también a un video de Radiohead, el de Karma Police, en el que un coche persigue a un gordo por la carretera en la noche, sin explicar nunca porqué.
Formalmente también, creo que es especial; la forma en la que la luz se transparenta a través de las piernas es muy matizada. Sobre el perseguido se aprecia una amplia variedad de tonos e iluminaciones; parece una bandera. Lo más notorio formalmente sobre esta imagen es la incisiva flecha que apunta directamente hacia el útero. No sé hasta qué punto la autora estaba consciente de esto al tomar la fotografía pero creo que está muy bien logrado y aporta a la imagen un montón de interesantes lecturas.
Otro aspecto fundamental sobre lo que se siente al ver esta fotografía es el morbo. Y es que resulta difícil escapar de él. De entrada, se nos coloca en una posición vouyerista: viendo a una mujer desnuda, de espaldas, en la noche en un camino de tierra. Todo esto ha sido observado desde un arquetipo visual de cueva, de refugio. La incomodidad se da cuando vemos que el aparente refugio es un lugar extraño, nos han engañado. Nos han convertido en vouyeristas sin lugar a escapatoria.
Este juego con el lector me parece muy interesante, no obstante, no creo que la fotógrafa haya sido consciente de ello ya que no se ve reflejado este enfoque en el resto de su trabajo.
Dos: La pintura
No sé desde qué punto debo abordar esta pintura pues, al estar tan ligada a la teoría fotográfica, puede que haya algunosrincones grises en el análisis. “El hombre con su periódico”, de René Magritte, data de 1928, según internet. Para los tiempos de Magritte la fotografía era ya una herramienta más que un reemplazo técnico. La fotografía, y sobre todo el cine, fueron medios que agilizaron la comunicación. Junto con el tren, estos inventos marcaron un parteaguas en la concepción del tiempo. Tanto, que los husos horarios surgieron a raiz de los cambios de horario de las estaciones de trenes. El interés de Magritte por el tiempo está presente en varias de sus pinturas, el tema de los trenes está literalmente retratado en “Tiempo traspasado”, pero esa pintura es posterior a la que que observé. En esta, no hay ninguna teoría, me parece que es mucho más simple de loque se podría pensar. En vez de hacer mil conjeturas sobre las implicaciones filosóficas acerca del tiempo, a mi me parece más un “cómo sería si...”. Lo que me gusta de esta pintura es que es muy simple. Ahí radica su belleza. No sé si Magritte quería de pasada hacer un poema a los objetos que se quedan sin misión en la vida cuando los humanos desaparecen.
A mi me parece un cuadro muy nostálgico. Tal vez sea cosa mía. Un tipo de locura corresponde a aquellos que asignan emociones humanas a los objetos. Leí en una revista el caso de una señora que se sentía culpable con el resto de sus cucharas cuando no las ocupaba y les decía “siento no poder usarlas a todas, les prometo que a caa una le tocará su turno”. No sé hasta qué grado me esté proyectando yo en esa historia, así como a las intenciones de Magritte. Sin embargo, encuentro poético ese “tiempo detenido” que pasan los objetos cuando no están sometidos a la vista de una persona. En sí, también este cuadro es un ejemplo de vouyerismo, sólo que ahora es hacia los objetos inanimados. Un reality show 24/7 sobre los objetos cuando los dueños de la casa se van. De hecho, me estoy desviando de lo que propone Magritte. él nos habla más bien de un tiempo indefinido. A pesar de que parece eterno, por lo que vemos a través de la ventana, no ha pasado mucho tiempo. Y es que es difícil medir el tiempo si no hay acción humana que lo marque. El tiempo, al fin de cuentas, no se puede medir sin un observador ni sin sucesos que lo marquen.
No sé desde qué punto debo abordar esta pintura pues, al estar tan ligada a la teoría fotográfica, puede que haya algunosrincones grises en el análisis. “El hombre con su periódico”, de René Magritte, data de 1928, según internet. Para los tiempos de Magritte la fotografía era ya una herramienta más que un reemplazo técnico. La fotografía, y sobre todo el cine, fueron medios que agilizaron la comunicación. Junto con el tren, estos inventos marcaron un parteaguas en la concepción del tiempo. Tanto, que los husos horarios surgieron a raiz de los cambios de horario de las estaciones de trenes. El interés de Magritte por el tiempo está presente en varias de sus pinturas, el tema de los trenes está literalmente retratado en “Tiempo traspasado”, pero esa pintura es posterior a la que que observé. En esta, no hay ninguna teoría, me parece que es mucho más simple de loque se podría pensar. En vez de hacer mil conjeturas sobre las implicaciones filosóficas acerca del tiempo, a mi me parece más un “cómo sería si...”. Lo que me gusta de esta pintura es que es muy simple. Ahí radica su belleza. No sé si Magritte quería de pasada hacer un poema a los objetos que se quedan sin misión en la vida cuando los humanos desaparecen.
A mi me parece un cuadro muy nostálgico. Tal vez sea cosa mía. Un tipo de locura corresponde a aquellos que asignan emociones humanas a los objetos. Leí en una revista el caso de una señora que se sentía culpable con el resto de sus cucharas cuando no las ocupaba y les decía “siento no poder usarlas a todas, les prometo que a caa una le tocará su turno”. No sé hasta qué grado me esté proyectando yo en esa historia, así como a las intenciones de Magritte. Sin embargo, encuentro poético ese “tiempo detenido” que pasan los objetos cuando no están sometidos a la vista de una persona. En sí, también este cuadro es un ejemplo de vouyerismo, sólo que ahora es hacia los objetos inanimados. Un reality show 24/7 sobre los objetos cuando los dueños de la casa se van. De hecho, me estoy desviando de lo que propone Magritte. él nos habla más bien de un tiempo indefinido. A pesar de que parece eterno, por lo que vemos a través de la ventana, no ha pasado mucho tiempo. Y es que es difícil medir el tiempo si no hay acción humana que lo marque. El tiempo, al fin de cuentas, no se puede medir sin un observador ni sin sucesos que lo marquen.
Wednesday, March 14, 2012
Friday, March 9, 2012
Sinfonía Urbana & Eshéperi
Sinfonía Urbana
El proyecto me pareció inabarcable, me sentí con ganas de hablar de un todo, al encontrarnos en una ciudad con tan marcados contrastes y con tantas variedad. Sería imposible, y pretencioso, tratar de abarcarla entera. Así que encontré en la comida un tema que podía "englobar" de cierta manera, nuestra ciudad. Aún así me resultó interesante encontrar los contrastes a partir de una estética de casi exclusivamente close-ups.
Eshéperi
Siempre me han fascinado los temas sobrenaturales, al hacer esta historia, me propuse hablar de las fotografías post mortem que tan de moda estuvieron durante la época victoriana. Las escojo pues me parecen imágenes con una gran carga emocional y de gran impacto estético. Sin embargo, quería alterar un poco su significado y eso me obligó a llevar la historia por otro lado.
*Lo corregí...
El proyecto me pareció inabarcable, me sentí con ganas de hablar de un todo, al encontrarnos en una ciudad con tan marcados contrastes y con tantas variedad. Sería imposible, y pretencioso, tratar de abarcarla entera. Así que encontré en la comida un tema que podía "englobar" de cierta manera, nuestra ciudad. Aún así me resultó interesante encontrar los contrastes a partir de una estética de casi exclusivamente close-ups.
Eshéperi
Siempre me han fascinado los temas sobrenaturales, al hacer esta historia, me propuse hablar de las fotografías post mortem que tan de moda estuvieron durante la época victoriana. Las escojo pues me parecen imágenes con una gran carga emocional y de gran impacto estético. Sin embargo, quería alterar un poco su significado y eso me obligó a llevar la historia por otro lado.
*Lo corregí...
Monday, March 5, 2012
No-mirando
Cuando
voy en el metro siempre me entretengo mirando a la gente. Ahora que me subí con
el propósito de hacer esta tarea lo primero que noté fue la dificultad para no
establecer contacto visual. Después de un rato se volvió mucho más fácil
establecer este mirar sin mirar.
Cuando
una persona que acostumbra ir en metro entra a un vagón lo primero que hace es
hacer un rápido chequeo para ver si hay dónde sentarse y hacer un
reconocimiento del lugar; en nuestra mente identificamos en menos de cinco segundos
la situación, cosas como: una viejita, un vendedor, dos niños, una chica
demasiado pintada y tres hombres. Es imposible no ver a la gente, aunque sea
por un segundo; están todos tan cerca que es inevitable.
Al
estar yo consciente de que debía evitar las otras miradas pude profundizar en
uno de los aspectos más interesantes de las miradas entre extraños: dice mucho
el tiempo que la gente aguanta manteniendo la mirada.
Durante
un rato, tuve frente a mi a unos novios, se sostenían la mirada por períodos de
más o menos cinco segundos y entonces tenían que voltear rápidamente a algún
otro sitio para descansar la mirada. Me di cuenta que mientras más vieja era la
gente, menos tiempo podían mantener la mirada. Como factor común, las mujeres
mayores escogían algún puntos en la parte superior y pasaban la mayor parte del
tiempo viéndolos. Cuando sentían la mirada volteaban durante una pequeñísima
fracción de segundo; ni siquiera se tomaban el tiempo para mirar que tipo de
persona las estaba viendo, a lo mucho si era mujer u hombre, joven o viejo. Los
niños, en cambio, tenían una mirada activa y cuando se decidían a mirar algo o
a alguien podían hacerlo durante largo rato hasta que se aburrían. Al ser niños
no tenían ningún pensamiento sobre lo que estaría pensando la otra persona y no
escondían su curiosidad.
También
comprobé lo peligrosa que puede ser una mirada. Algunos señores, sin
escrúpulos, se me quedaban viendo durante largos ratos. Cuando cruzaba la
mirada, seguían viéndome, con desafío. Imagino que en esta situación, habrá
mujeres, muy pocas, pero las habrá, que sigan el juego y eso traerá
consecuencias. Este es un ejemplo del
poder de la mirada. Hay muchos tipos de relaciones que se establecen a partir
de la mirada. Se hacen acuerdos mudos.
Dinámicas
enteras entre personas se pueden basar solamente en este factor, no sólo en
relaciones efímeras como las que se generan en un viaje de metro sino con
muchas personas en nuestra rutina con las que no necesariamente queremos
establecer una conversación pero a quienes no podemos ignorar pues sería más
incómodo. Son miradas de reconocimiento….esto me pasa con mis vecinos.
Sé
que este era un ejercicio de cómo se mira la gente, no obstante, el sitio que
escogí se prestaba para lo contrario; como la gente se evita la mirada. Esto
creo dice mucho más incluso. Me parece una forma mucho más interesante de
mirada.
Otra
de las razones por las que decidí a hacer este ejercicio en el metro fue por
que es uno de los sitios donde casi no se usan las palabras para comunicarse. Normalmente
uno puede hacer todo su recorrido mudo por excepto la amable frase: ¿Va a
bajar?, que es más bien un eufemismo para decirle “quítate” a la gente que nos
estorba la salida del vagón. Cuando alguien, raramente, quiere ceder el
asiento, establece un fuerte contacto visual con la persona a la que se quiere
ceder el lugar como indicándole, sí es a ti; esta es una mirada segura, ¿Gusta
sentarse?
Otro
momento curioso es cuando pasa algún vendedor, sobre todo aquellos que te ponen
objetos en el regazo. La gente automáticamente baja la mirada pues, ellos al
estar tan acostumbrados a que se les niegue el contacto visual, sobre
reaccionan a la más mínima mirada y, sin lugar a dudas, se encontrarán con un
molesto dulce sobre las piernas. Por el contrario, cuando la gente ha detectado
que se trata de un ciego muchas veces le miran al punto que parece grosero,
otro tanto de personas retira pronto la mirada pues temen que los demás les
juzguen de morbosos.
Una
vez me tocó ver a una señora que lloraba desconsoladamente y gritaba. Iba con
su marido y al parecer se les había perdido su hijo. El vagón se silenció
completamente; los que estaban cerca de ella miraban al suelo o a las ventanas.
Nadie se miraba entre sí. Los que estaban lo suficientemente lejos, en cambio,
alzaban la cabeza para ver quién lloraba y murmuraban. Pero nadie quiso
establecer contacto alguno con ella.
No
creo que la gente sea encasillable por cómo miran, la mirada de cada quien
tiene sus propios significados. Lo que sí es que se puede saber mucho de las
personalidades a partir de sus reacciones en ciertas situaciones como estando
en el metro: no queriendo ser percibido, esa incomodidad de querer evitar la
interacción y no poder lograrlo del todo debido a la proximidad física.
Ambulante 2012
Este año los horarios de Ambulante no nos acomodaron en nada. Nos dieron la segunda semana del festival cuando lo bueno, o lo variado, estaba en la primera. Esto es lo que alcancé a ver:
Tabloide
Dir. Errol Morris
Cuenta la historia
del famoso escándalo del “Mormon sex in chains” que tuvo mucha difusión en los
periódicos tabloides a finales de los setenta. Joyce McKinney, ex Miss Wyoming
viajó a Inglaterra y secuestró durante tres días a un joven misionario Mormón,
Kirk Anderson, del que estaba enamorada forzándolo a esclavitud sexual.
Al principio de la
película yo quería estar del lado de
Joyce; durante los primeros diez minutos es bastante probable que los mormones
hayan tergiversado la historia y que ella en verdad era una simple chica enamorada.
Ayuda a creer la versión de Joyce el hecho de que los mormones se caractericen
por ser muy cerrados y raros; tienen muchas creencias que no dejan que se sepan
pues el resto de la gente los creería dementes. Sin embargo, conforme avanza la
película te das cuenta que Joyce es una mujer loca y capaz de cometer grandes
estupideces en pos de sus obsesiones.
No cabe duda que la
mujer está loca y muy obsesionada. El remate de la historia viene cuando, años
después, Joyce McKinney se ha convertido en una mujer gorda y sola cuyo única
compañía es su perro. Cuando este muere, ella, en un acto desesperado decide
contactar a un doctor koreano que dice poder clonar a su perro. Ella paga una
suma millonaria por el procedimiento y obtiene cinco cachorros clonados de su
adorado Booger. Esto lleva la historia a otro nivel de locura; un poco como en
Catfish, el espectador va siendo sorprendido cada vez un poco más conforme
avanza la historia.
Es un logro del
director Errol Morris lograr que todos, excepto Kirk, acepten cooperar en su
documental. De hecho, hablan mucho, tal vez más de lo que el director esperaba.
Todo esto lo logra sin que los entrevistados se sientan juzgados. Por ejemplo,
durante la entrevista al fotógrafo de The Mirror éste habla sin ningún
remordimiento de la forma en la que se manejaba para obtener las historias.
Este señor se aparece claramente como
una horrible persona a los ojos de todos…menos
los suyos. Al igual que Joyce que, en su
percepción, hacía las cosas de la manera más lógica y razonable posible. Este
enfrentamiento de puntos de vista es lo que hace interesante la película. Y
hace mucho más difícil encontrar una verdad única y que satisfaga a la
audiencia. Como bien dice el ex-mormón al que entrevistan: la verdad está en un
punto intermedio y no hay sólo un culpable.
La gente vs. George
Lucas
Dir. Alexandre O. Philippe
No soy fan de Star
Wars y aún así me divertí mucho viendo esta película. La Gente vs. George Lucas
se centra en la lucha de opiniones sobre los que se debió y no debió hacer con
respecto a la famosa saga. Gran parte de la película se centra en mostrar el
amor que profesan los fans y todas las increíbles locuras que han hecho con
este motivo. Después, ya que ha quedado claro que estos no son simples fans, vienen las pedradas hacia
George Lucas debido a lo terribles que resultaron los nuevos tres episodios y
las restauraciones de las primeras. Yo, que no tengo ningún apego emocional a
estas películas, lo veo desde afuera, y en realidad no importa George Lucas en
esta historia. Pudo haber sido él o cualquier otro el creador de la saga e igual
le lloverían críticas. Los protagonistas son claramente los fans y lo que llama
la atención es ver la fuerza con la que defienden lo que creen que es suyo, ver
los extremos a los que estos fans llegan y la variedad de homenajes que le
profesan a sus películas favoritas. Esta película, hecha por fans, es
simplemente un gran homenaje a Star Wars y una muestra clara de lo mucho que
una película puede lograr influenciar y cambiar la cultura.
Tiroteo
Dir. Barbara Kopple
Trata sobre el libre
comercio de armas que hay en EU. Me parece un tema importante y sabía
transmitir su mensaje. Es sorprendente ver las convenciones de blancos
pro-armas y ver lo alejadas que están sus vidas de los barrios bajos donde el
libre comercio de armas trae muchos problemas. No vayamos muy lejos, ¿De dónde
consiguen muchas veces sus armas los narcos? El documental cumple su función de
conscientizar al público y se debe estar muy idiota el que le restrieguen en la
cara información como esta y aún así siga pensando que el libre comercio de
armas es bueno. Es verdad que hay situaciones, por ejemplo la de la gente de
Harlem, en las que se hayan tenido que ajustar y tener armas para defenderse
pero incluso ellos están conscientes de que simplemente el tener un arma en
casa incrementa las posibilidades de violencia a comparación a que no las
hubiera.
Bombay Beach
Dir. Alma Har'el
Bombay Beach es un poblado
californiano que se encuentra a la orillla del Salton Sea; un lago artificial
que tuvo su época de esplendor en los años 60. El documental trata sobre la
caída de gracia del lugar que ahora es hogar de los outcasts, pobres y desadaptados
del estado californiano, los white trash.
En lo personal, me
pareció insoportable; No tengo nada en contra de los falsos documentales, pero
me molestó la forma en que éste fue realizado; La directora trata de exhaltar
las dificultades que se viven en Bombay Beach con linda fotografía. Sin
embargo, esta propuesta visual no funciona, al contrario: le resta importancia
a los problemas que vemos. Te hace sentir que las personas de las que habla en
su película son para ella meras excusas para hacer un videoclip "con contenido
social".
Al principio, esto
no me molestó, sin embargo, conforme fue avanzando la película fui cayendo en
la cuenta de que se estaba enfocando más en lograr imágenes lindas que en
contar la historia o ser coherentes con el planteamiento de la película que era
hablar de la caída de gracia del lugar y de cómo se vive en el ahora. Además,
muchas escenas están coreografiadas y actuadas, Los niños no voltean a la
cámara ni una vez. Hay múltiples cortes en continuidad. Esto habla de lo
planeadas y ensayadas que estuvieron las tomas. El estilo de la película era,
en ciertos momentos, muy parecido a los programas de MTV. Al tomar consciencia
de esto se me rompió la ilusión, todo de ahí en adelante me pareció falso y me
di cuenta de la estrategia diseñada para mover mis sentimientos. Sé que siempre
hay una, el problema esta vez fue que fue muy notorio.
Muchas veces se va
por lo fácil: el niño tierno y rechazado y el viejo moribundo son ganchos
fáciles. Si hubiera tratado a sus personajes con más respeto tal vez habría
logrado conmover pero no, al contrario, siento como si los hubiera exprimido.
Está muy sensiblero. Para terminar, creo que se cuelga de los músicos
reconocidos que hacen el soundtrack (Beirut & Bob Dylan) para darse caché,
pero, por todo lo que ya mencioné, se queda corto.
The Arbor
Dir. Clio Barnard
Esta película se encontraba
en la sección de dedazo, lo que significa que ha ganado premios en varios
festivales ya. Entiendo que se trata de una propuesta novedosa con una mezcla
interesante entre actuación y testimoniales…sin embargo, fuera de la propuesta,
me parece una película fría. Además, no creo que beneficie a la historia el
hecho de estar narrando a través de actores. Es verdad que, ya adentrada en la
película, la consciencia de actuación se
pierde. Sin embargo, le encuentro dos desventajas. No es tan creíble la
historia cuando se cuenta a partir de escenarios recreados; esto hace que lo
que se cuenta pierda fuerza. Y, el hecho de que los actores hayan tenido que
mover los labios con precisión para poder encajar con el audio de los
testimonios hace todo un tanto mecánico.
Se siente como una persona
que se ha puesto encima la piel del rostro de otro y en cualquier momento
esperas que se le noten los pliegues y se le afloje la máscara.
Una noche en el '67
Dir. Ricardo Calil, Renato
Terra
No entiendo porqué esto
estaba en ambulante, ¡Era sumamente aburrido! Además, sentí casi como si nos
estuvieran faltando al respeto a los espectadores. Lo que la película prometía
era “revivir” el Festival de la canción de Brasil en 1967, el cual fue
importante debido a las actuaciones de quienes luego serían los grandes de la
música brasileña. Gente de la talla de Caetano Veloso, Gilberto Gil, Roberto
Carlos, Os Mutantes y Edu Lobo; todos estaban presentes esa noche.
Lo malo, es
que este documental solamente se basa en el material de registro que se hizo
esa noche, mismo que ni siquiera estaba planeado para ser visto como
documental. A esto se le complementan una cuantas entrevistas a algunos de los
ya mencionados, dichas entrevistas están mal conducidas y no le sacan provecho
a los geniales entrevistados que han conseguido. Era muy buen tema y sentí que
lo desperdiciaron. Y es que no entiendo por qué no complementaron con más
material de la época. Es decir, el registro del festival estaba muy mal hecho,
casi todas las tomas eran planos generales en los que muchas veces no se
distinguían las caras de los intérpretes. Además, la calidad del audio era
malísima. Y eso no es culpa de los que lo grabaron en aquel momento sino de los
directores de este documental que no enriquecieron dicho material, dejando
morir el tema, resultando en una película floja.
Cuates de Australia
Dir. Everardo
González
Narra el éxodo de
los habitantes del pueblo de Cuates de Australia, Coahuila, al pasar por un
período de sequía extrema. El acercamiento que tuvo el director con los
habitantes del pueblo me agradó. Se siente respeto hacia sus sujetos y al mismo
tiempo, logró ganarse su confianza haciendo que el documental esté lleno de
escenas memorables. El documental se siente honesto.
Esta función la vi
con la presencia del director lo cual añadió a la experiencia pues, al
escucharle, me pareció un gran documentalista. Nos platicó de cómo muchas de
las situaciones de la película son truqueadas por medio de la edición y de cómo
a el no le importaba no estar mostrando la realidad tal cual se filmó pues, de
todas formas se está haciendo una película y debe tener un buen ritmo, el cual
no se lograría partiendo solamente de la realidad. Esto es un buen ejemplo para comparar a Bombay
Beach. Son dos tratamientos diferentes de manipulación de la realidad. Y creo
que a ningún espectador le “ofende” que lo que se presente esté truqueado,
incluso el director lo dice abiertamente, lo que incomoda es que se sienta
falso, no que lo sea. Lo importante, creo yo, es que tenga coherencia interna,
coherencia con su discurso.
The Libertines:
There are no innocent bystanders
Dir. Roger Sargent
Los Libertines es
una banda de cuatro integrante y sin embargo, este documental casi de hace
creer que sólo hay dos. Y es que así ocurre en la realidad. Los otros dos son
integrantes casi de relleno y lo que mueve a la banda al igual que a este
documental es la compleja amistad homo erótica entre los front men, Carl Barat y
Pete Doherty.
Y es que la relación
entre ellos es muy especial. Es muy compleja; es más de pareja que de amigos y,
aunque ambos tienen novias e incluso hijos, todo esto pasa a segundo plano
comparado con el amor que se tienen. Como se dice corrientemente, es un amor
apache. Se siente una enorme química al verlos juntos y eso es algo que se
refleja en su música y es lo único que hace que este documental sea
entretenido.
Me da la impresión
de que el director no se esforzó mucho en conseguir material, cubrió grandes
partes de la película con fotografías “animadas”. Sin embargo, como a mi me
gustan Los Libertines disfruté tener enfrente a Carl Barat y a Pete Doherty
durante noventa minutos.
La Balada de Genesis
& Lady Jaye
Dir. Marie Losier
Me pareció medio lenta esta película. En un
afán por que el espectador no supiera que Lady Jaye está muerta hacen que la
historia tome años en contarse. Genesis Breyer P-Orridge, es un personaje muy
vivo que mantiene en pie a la historia. Sin embargo, no sé si de manera intencional,
te da la sensación de que se ha inventado todo y que Lady Jaye no lo quería
tanto. Obviamente conforme avanza la película se va construyendo la relación.
Esto distrae muchísimo del sentimiento de amor que buscan transmitir y más bien
hace creer que Genesis está loca y obsesionada casi como Joyce McKinney de
Tabloid.
Le Tigre: Who took
the bomp?
Dir. Kerthy Fix
No sé muy bien cuál es el
propósito de haber hecho este documental, siento más bien que lo hicieron para
sí mismos y después se dieron cuenta que ¿Por qué no? Podrían mostrárselo al
mundo. Y es que Le Tigre tiene muchos años ya que no dan noticias y tampoco
fueron lo suficientemente “grandes” como para justificar una película ahora.
Las cosas van en orden: primero el establecerse como banda exitosa y luego el
documental, no al revés.
Creo que no había demanda
suficiente para este tema. Además, no había una gran historia por contar, sin
embargo, está bien contada y sí produce emoción, cosa que los de Una noche en
el ’67 no lograron a pesar de tener una gran historia entre sus manos.
Friday, February 24, 2012
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